Garantizar la seguridad e integridad de las personas en la vía pública, es posible mediante la colocación de suelos y pavimentos adecuados. España se cuenta entre los cuatro países con menores incidencias de accidentes en espacios peatonales. No obstante, si existe un estado deficiente de la infraestructura de un parque público, por ejemplo, da lugar a una demanda e indemnización. Para evitar negligencias debido a un suelo inadecuado o dañado del itinerario peatonal, debe partirse del inicio.
Es entonces sustancial ofrecer un espacio seguro a las personas que caminan en suelos públicos y para ello debe elegirse el suelo correcto para uso peatonal. De aquí partiría seguir las normas indicadas en los manuales de accesibilidad en espacios públicos urbanizados. Es en ellas donde encontraremos que no cualquier tipo de suelo cumple con esta función. Además, como veremos a continuación, el suelo porcelánico resulta ser el suelo del itinerario peatonal ad hoc por sus múltiples cualidades.
¿Qué características debe tener suelo para espacios públicos?
Los pavimentos de calles y aceras de uso peatonal público no están incluidos en las exigencias de resbaladicidad del Código Técnico de Edificación. No obstante, conforme a la Orden VIV/2010, de 1 de febrero, el artículo 11 especifica: “El pavimento del itinerario peatonal accesible será duro, estable, antideslizante en seco y en mojado, sin piezas ni elementos sueltos, con independencia del sistema constructivo que, en todo caso, impedirá el movimiento de las mismas”. Estas son, en resumen, las características del suelo peatonal:
- Debe de contar con condiciones mecánicas de resistencia, ser estético y ser amigable con el medio ambiente.
- Debe de ofrecer una textura adecuada. Esto es:
- Microtextura (se refiere al relieve superficial de rangos menores a 1 mm; resuelve la resbaladicidad del pavimento seco o mojado).
- Macrotextura (relieve entre 1-5 mm en la superficie de la pieza de pavimentación o como resultante en la unión entre piezas).
- En el caso del Itinerario Peatonal Accesible, se sugiere un suelo duro, compacto y antideslizante (seco o mojado). No debe de tener relieves ni biseles en la superficie.
- Se recomienda usar diferentes colores para configurar los espacios y delimitarlos. De esta forma es más fácil para el usuario comprender la distribución funcional del espacio de la vía pública. Para ello servirá enormemente un suelo o pavimento diferenciador, de textura y distinto color al resto para identificar otros elementos (salida de vehículos, vados, zonas de riesgos, paso peatonal, etc.).
- No hay que olvidar a los pavimentos de tipo táctil indicador, que sirven para encaminar y guiar. Los de tipo acanaladura ofrecen dirección (cruce de peatones, parada de transporte público). Mientras que los que son tipo botones advierten de la proximidad a una situación de peligro (borde de andén, interacción con zonas de vehículos).
Suelo peatonal: su finalidad y accesibilidad
Una de las cualidades del suelo peatonal es que pueda usarse por cualquier persona, incluso que favorezca su autonomía y la calidad del caminar. Debe tener una superficie continua y sin resaltes, evitando elementos disgregados que dificulten el paso, ni piezas o elementos sueltos. Dentro de la obra civil, debe ponerse especial atención en su colocación y mantenimiento, en donde se asegure su continuidad y su inexistencia de resaltes. Si son pavimentos tacto-visuales, deben de servir de referencia para la orientación, la advertencia y la detección de ciertos elementos.
La accesibilidad universal es “la condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos, instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natura posible. Presupone la estrategia de ‘diseño universal o diseño para todas las personas’, y se entiende sin perjuicio de los ajustes razonables que deban adoptarse”.
El tipo de pavimentos utilizados en la obra pública tienen como fin facilitar la autonomía de las personas y su seguridad ante el riesgo de una caída. Además, deben ofrecer comodidad a las personas mayores o con alguna restricción de movimiento o discapacidad visual o intelectual. Esto se lleva a cabo mediante el empleo de texturas y contrastes cromáticos, por ello es crucial utilizar pavimentos continuos, sin resaltes, duros y estables y antideslizantes en seco y mojado.
Cómo debe ser el pavimento y el suelo para espacios públicos en España
En uno de los apartados del documento de Accesibilidad en los espacios públicos urbanizados del Ministerio de Vivienda indica cómo debe ser el pavimento táctil. Por lo general, se indica para señalizar obstáculos en el itinerario peatonal, mobiliario urbano, esquinas, vados, desniveles, rampas y escaleras. Dentro de la obra civil, deben tenerse en cuenta el uso, materiales, colocación, juntas, tratamiento del borde, cambios de nivel, mantenimiento y resistencia.
Podemos concluir entonces que son muchos los factores que debe de cumplir el suelo para espacios púbicos. No solo se trata de que cumplan con una cierta estética, sino que principalmente deben de ser funcionales. Recordemos que el tipo de pavimento condiciona la forma y eficacia de la deambulación o rodadura de las personas. Pero además debe cumplir con la función de orientación y comprensión del entorno y también sus reglas de uso.
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Los suelos porcelánicos se adaptan a las necesidades de la obra civil, cumplimentando con la normativa antes mencionada. Pueden usarse tanto en interiores como en exteriores. Mantienen sus cualidades estéticas, resisten a la abrasión, se limpian fácilmente, son antideslizantes, resisten a cambios de temperatura, así como a roturas y flexión.
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